Sientes que te falta claridad sobre cuál es exactamente tu propósito o hacia dónde quieres dirigir tu vida. Esto te hace sentir estancada, ya que no sabes con certeza cuál es el próximo paso.

Aunque sabes que quieres hacer cambios en tu vida, constantemente te distraes con otras tareas o pospones lo importante. A menudo te sientes abrumada por la cantidad de cosas que debes hacer y terminas haciendo poco o nada.

Sientes que algo dentro de ti te sabotea cada vez que intentas avanzar, como si hubiera una barrera mental que te impidiera seguir adelante.

Te sientes sola. No cuentas con una red de apoyo que entienda lo que estás pasando o que te dé el empuje emocional que necesitas cuando las cosas se ponen difíciles. Esa soledad te hace dudar de si estás tomando las decisiones correctas o si podrías estar haciendo todo mal.

A veces, sientes que si nadie más aprueba o reconoce lo que estás haciendo, tal vez no vale la pena. Dependes emocionalmente de la validación externa y, cuando no la obtienes, pierdes la motivación rápidamente.

Empiezas algo con mucho entusiasmo, pero a medida que pasan los días y no ves resultados inmediatos, sientes que pierdes la motivación y el interés en tus proyectos.

Te sientes desconectada de la persona que eras antes. A veces, te preguntas si lo que realmente quieres es lo que estás haciendo hoy, pero sigues porque sientes que ya has invertido demasiado como para parar ahora.

Cada vez que ves a otras personas en redes sociales teniendo éxito, no puedes evitar compararte y pensar que ellos tienen algo especial que tú no. Esto te lleva a pensar que tal vez no eres lo suficientemente buena.